martes, 6 de abril de 2010

La cita con el médico

Alguna vez te has planteado que los médicos dan citas a diestra y siniestra sin necesidad de habertelo(a) trabajado antes? y qe lo hacen asi porque si, es decir te pasas toda la noche metiendo panza tratando de conseguir una cita con pedazo de chica que te cagas y cuando le preguntas si frecuenta mucho el lugar te mira con cara de alejate pervertido, en cambio si a un médico le mencionas algun problema físico como flemas o un tic en el ojo de da una cita, así sin más, sin haberle invitado una bebida ni nada; más sencillo imposible.

Claro que los médicos tienen sus manías, cuando uno queda en casa de alguien lleva algo de beber o algun detalle que haga sonreir al invitador, en el caso de los médicos ese pequeño detalle es un frasco de orina, (que no creo yo pueda ser un bonito centro de mesa) hasta te da instrucciones, debe ser la primer orina de la mañana, en ayunas. A las mujeres se les llena la boca diciendo que somos unos bestias en el arte de orinar y apuntar sin salpicar, y encima a la doctora se le ocurre hacer el pedido en un pequeño frasquito, la operación se dificulta si amaneces con la tienda de campaña puesta o con el amigo de abajo en posición de firmes mirando al sol como los militares, mujer, ¿tu crees que es fácil acertar con esas condiciones?

Llego al lugar mencionado en la cita y escucho mi nombre (al menos no es de las que lo olvidan al dia siguiente), me dirijo a la puerta indicada frasquito en mano, dispuesto a entablar conversación con la doctora:

-Perdona, -me disculpo algo avergonzado- normalmente cuando quedo por primera vez con alguien no le doy una muestra de orina, soy más de saludar y dar un beso en la mejilla.

-Tranquilo, -sonrie ella- yo luego te voy a pedir que te desnudes

 o.o!!!!!